martes, 29 de junio de 2021

Historias con Puntos y líneas

 

Imagen de Leticia Zarza. Estudio de Arte

Hoy voy a presentaros una actividad diferente para la clase de Educación Plástica, el "Cuenta Historias".

En el Cuenta Historias no se pueden utilizar ni letras, ni palabras, pero sí  puntos, líneas, círculos, triángulos...

¿Pero qué es el Cuenta historias, sin utilizar ni letras ni palabras?  

Si utilizan puntos por ejemplo, lo que tienen que conseguir es que cuando terminen el cuadro nos cuente algo o nos digan ellos que han querido contar, los puntos pueden ser grandes o pequeños, vacíos, llenos o de distintos colores, según sea el tamaño, la forma o el color de estos, la historia puede ser muy distinta.

Esto mismo pueden realizarlo con las líneas, con triángulos...


Vamos a practicar

Se les reparte a los niños el tamaño de papel que ellos se sientan más seguros y en él realizan su cuadro sobre el Punto, además podemos inventarnos un nombre "el Puntismo".


Ahora  van a realizar el Cuentarte  con líneas.

¿Y cómo pueden ser esas líneas? como en el cuadro del Punto, de todas las formas que  quieran, finas, gruesas, largas, curvas, rectas, onduladas... y además puedes inventar líneas.

E igual que con el punto al finalizar el cuadro podremos interpretarlo nosotros o que nos cuenten lo que han querido decir.

 

Vamos a soñar formas nuevas

Según los niños vayan encontrándose más seguros podemos "jugar soñando" nuevas formas, como el triángulo o el círculo (Pequeño, grande, uno dentro de otro, uno cortando al otro...) e introducirlas con los puntos y líneas y así seguir soñando.

Tener en cuenta que podemos trabajar en superficies rugosas, lisas, pequeñas o grandes.

No os olvidéis de jugar con el collage (de telas, madera, cuerdas, cartón...), temperas, tizas, colorantes...

Y para que sea más divertido podemos pintar-jugar-soñar en grupo cooperativo, tres o cuatro niños tienen que llegar a un acuerdo de que forma realizar el cuadro, materiales a utilizar... y lo firmarán todos como autores.

 



 








viernes, 11 de junio de 2021

NIÑAS y NIÑOS inventando CRONOPIOS

 

Imagen de la Revista Tarántula

Un día al llegar a clase de Plástica en el Colexio Andersen, sin avisarles, comencé a leerles el siguiente texto de Julio Cortázar de su obra "Historias de cronopios y famas".

    Un cronopio pequeñito buscaba la llave de la puerta de 

calle en la mesa de la luz, la mesa de la luz en el dormitorio, el 

dormitorio en la casa, la casa en la calle. Aquí se detenía el

cronopio, pues para salir a la calle precisaba la llave de la 

puerta.

Lo escucharon, pero al terminar, no daban crédito de lo que habían oído. 

Me miraron, se miraban.

Un momento. 

Como ahora ya habéis oído el texto voy a leéroslo otra vez, para esto vais a cerrar los ojos y solo  escucháis, imagináis y soñáis.

Al terminar la lectura, vuelven a mirarme, no entienden nada, de que va aquella historia y por qué se la leo. 

Carmen y Daniel me preguntan

¡Cronopio!, pero ¿qué es un cronopio?

¿Qué es para vosotros? 

Y a partir de esa pregunta abrimos un coloquio en la clase, al final del mismo cada niño podía imaginar su  Cronopio. Ya podían ver qué forma podría tener ese "ser" pequeñito que buscaba la llave de la puerta...


A tener en cuenta

Algo muy importante que hay que transmitir a los niños es que ellos van a ser los dibujantes, artistas, escritores y que el resultado nunca estará mal, será  su dibujo, su escultura y su historia

Sé que este es un objetivo difícil debido a las comparaciones que harán entre ellos. 


NOTA: No he puesto ningún dibujo, figura, imagen... para que cada uno deje volar su imaginación sin ninguna influencia externa.


Puesta en práctica

1ª fase

Después de escuchar la lectura y participar en el coloquio, cada uno realiza un dibujo lo más detallado posible de su cronopio.

2ª fase

Cuando ya tenemos el dibujo terminado, vamos al aula de plástica y, a partir del diseño, realizamos un Cronopio en volumen, el tamaño, forma y color que queramos.

3ª fase

Cuando ya tengamos nuestro Cronopio terminado, (digo nuestro porque todos posiblemente serán distintos), vamos a crear, una historia imposible, surrealista, que no tenga pies ni cabeza, pero que sea la historia de nuestro cronopio.


Para saber más

Este libro "Historias de cronopios y famas" es distinto, diferente, particular, puede abrirnos a un mundo de ideas inesperadas, es una obra que nos invita a jugar con el lenguaje, con las palabras a perderles el respeto o mejor el miedo para hacerlo tuyo y así empezar a crear, por el placer de crear.

Así contestó Julio Cortázar cuando le preguntaron ¿qué es un cronopio?



Imagen del Instituto Cronopios











martes, 1 de junio de 2021

Los NIÑOS pintan como MIGUEL ÁNGEL


Pintando como Miguel Ángel Buonarroti


A partir de un viaje a Roma de Sara, una alumna de 3º de primaria, del Colexio Andersen de Vigo y después de contarnos su experiencia, como de una película se tratase, los niños le hicieron muchísimas  preguntas, que ella contestaba con mucho interés, pero, Sara tenía una pregunta que  no encontraba  respuesta:

  ¿Cómo pudieron  pintar los techos tan altos de la Capilla Sixtina?.

Esta pregunta  me dio pie para contarles; quien había sido el artista que pintó el techo de la capilla, quien le encargó pintarlo, que era  la Capilla Sixtina y además realizar una actividad práctica.

Primero comencé con la vida historiada de Miguel Ángel Buonarroti (Michelangelo Buonarroti) que nació en un pueblo de Italia, Caprese en 1475, que cuando era un niño, su padre le hizo estudiar gramática en Florencia, pero él quería ser artista y al final de muchas discusiones con su padre, a los doce años, consiguió que su familia formalizara un contrato de tres años en el taller de pintura de los Ghirlandaio.

Después estuvo como aprendiz en el taller del escultor  Bertoldo di Giovanni y así siguió formándose como escultor, pintor y arquitecto, toda su vida la empleó en su formación.

A continuación les pongo este pequeño vídeo de la vida de Miguel Ángel



Pero cómo pintó la Capilla Sixtina

El papa Julio II creía que Miguel Ángel era capaz de hacer cualquier trabajo y le mandó pintar el techo, la bóveda de la capilla.

"Pero yo no soy pintor", Michelangelo protestó, "soy escultor. Con pincel he hecho muy poco y !quiere Vd. que pinte mil metros cuadrados sobre un techo curvo¡"


Miguel Ángel y el papa Julio II

"Harás un magnífico trabajo", le dijo Julio II, que era un hombre muy duro, más parecido a un comandante militar que a un papa, y no quería oír protestas.

Miguel Ángel se fue a casa con gran preocupación y después de mucho pensar, se dijo "Aunque nunca he pintado al fresco, tendré que aprender la técnica".


Vídeo de la técnica de la pintura al fresco

La pintura al fresco requiere un gran esfuerzo físico. Todos los días, el artista tiene que preparar su mezcla de yeso y arena y aplicarla en la pared con la llana y paleta, y luego darse prisa para pintar.

Debe acabar la pintura antes de que se seque la mezcla. Y pintar un techo es doblemente difícil, porque todo se hace encima de la cabeza, además a veinte metros de altura, sobre las tablas de los andamios y mirando siempre hacia arriba.


En una carta a un amigo, dibujó una pequeña caricatura de sí mismo mientras pintaba. Tiene la cabeza echada hacia atrás  y eso le producía fuertes dolores.


Por eso tuvo que elegir otra posición, más cómoda y más sana, el estar acostado en el andamio y pintar sin doblar el cuello, aunque tenía otros problemas, le podían caer gotas de pintura en la cara o en los ojos.

Cuando Michelangelo llevaba trabajando dos años, desde 1508 a 1510, el papa Julio II le ordenó que quitase los andamios para abrir al público la capilla y así admirar su obra.

"No puedo", dijo Miguel Ángel. "Todavía no he terminado".


El papa le dijo "o quitas los andamios o te arrojamos de aquí". No era broma. Y Miguel Ángel tuvo que obedecer.

La capilla se llenó de gente y corrió la voz que las pinturas eran la cosa más asombrosa jamás vista.

Miguel Ángel volvió a montar el andamiaje en enero de 1511. Y en un esfuerzo titánico logró terminar la otra mitad de la bóveda el 14 de agosto para que el papa Julio II celebrara la primera misa en la capilla que mandó construir su tío Sixto IV.

(El papa Julio II era sobrino de Sixto IV, que anteriormente había sido  papa, y además fue el que ordenó la destrucción de  la Capilla Magna del siglo XIII, para construir en su lugar la Capilla, que se le llama Sixtina en recuerdo a Sixto IV.) 

Todavía quedaban por pintar, las pechinas y los lunetos , Miguel Ángel no los terminó hasta octubre de 1512. En total la bóveda fue obra de cuatro años y medio.




El trabajo práctico 

Después de contarles la historia y que viesen el pequeño vídeo de Miguel Ángel, les entregué una hoja A4 o A3 según como ellos quieran y una cuartilla de papel reutilizado.

Lo primero que tenían  que hacer es sujetar una de las dos hojas, debajo de la mesa.
Después diseñar un boceto en la cuartilla, se ponen a pintar en la hoja que colocaron debajo de la mesa.
Y aquí empezaron una serie de quejas,  algunos niños decían: "esto es difícil", "me duele e cuello", " me duele el brazo",... después de buscar la mejor posición para pintar  y no cansarse,


descubrieron que  echados debajo de la mesa, era la forma más cómoda, no dolía el cuello y era más fácil de pintar.


Ahora tenían conseguir que la pintura no gotease y así no manchase la cara y los ojos, algo que les preocupaba muchísimo, enseguida vieron que si tenían cuidado al coger pintura con el pincel, no goteaba.

Y por último tenían que quitar su cuadro de debajo de la mesa y colocarlo en un lugar de la clase o del pasillo donde  todos lo pudiesen ver.

Fue una experiencia que les interesó  y en la que se divirtieron muchísimo ya que estaban  utilizando una posición inusual en su vida y eso rompe esquemas.

Esta experiencia les sirvió para imaginarse lo que le pudo costar a Miguel Ángel pintar esa enorme superficie en el techo de la capilla.





Para ampliar


Miguel Ángel, una Super Estrella, documental del canal Historia




El tormento y el éxtasis

Sinopsis
Cuando el papa Julio II le encarga que pinte el techo de la Capilla Sixtina y comienzas una serie de discusiones uno no quería y el papa le obligó a pintar. muy interesante.
Drama histórico basado en un libro de Irving Stone. 





La agonía y  el éxtasis.     Irving Stone        Editorial Salamandra

Biografía novelada de Miguel Ángel Buonarotti. La narración nos conduce hasta la Italia del Renacimiento, época en el que arte florecía bajo el mecenazgo de poderosas familias de príncipes y papas.


La Capilla Sixtina   Vittorio Giudici   Edicioni Musei Vaticani
Libro para niños, cuenta la historia de su construcción y de su decoración. Muy ilustrado



Una forma diferente, dibujando la vida de  Miguel Ángel









martes, 6 de octubre de 2020

La genialidad lingüística de los bebes



Patricia Kuhl es profesora de Lenguaje y Ciencias de la Audición y co-directora del Institute for Brain and Learning Sciences en la universidad de Washington. Está especializada en la adquisición del lenguaje y las bases neuronales, además ha realizado investigaciones sobre el desarrollo del lenguaje, el autismo y sistemas del reconocimiento de la voz.
Según Kuhl  "El cerebro de los bebés ensaya la mecánica del habla meses antes de su primera palabra" 

Los resultados revelan que los niños pueden distinguir los sonidos de todas las lenguas hasta aproximadamente los ocho meses.
El estudio ha sido realizado en niños de 7 a 11 meses de edad y muestra cómo el cerebro estimula las áreas que coordinan y planifican los movimientos motores para el habla.

"La mayoría de bebés balbucean a los 7 meses, pero no pronuncian sus primeras palabras hasta pasado su primer año. Aun así, sus cerebros comienzan a establecer las bases sobre cómo formar palabras mucho antes de hablar", subraya Patricia Kuhl.


Además, el nuevo estudio sugiere que esta planificación motora contribuye a hacer que los niños se vuelvan más sensibles a su lengua materna. El experimento consistió en someter a cincuenta y siete bebés a un escáner que mide la actividad del cerebro, a través de una técnica no invasiva llamada magnetoencefalografía (MEG).

                                          
Además todos fueron expuestos a una serie de sonidos que consistían en sílabas propias de su lengua nativa (el inglés) y una lengua extranjera (el español) tales como "da" y "ta", mientras los científicos registraban sus respuestas cerebrales. 

Los investigadores observaron que la actividad cerebral se centraba en un área auditiva del cerebro llamada giro temporal superior, así como el área de Broca y el cerebelo, donde se encuentran las regiones corticales responsables de la planificación de los movimientos motores necesarios para el habla.

Los resultados del escáner mostraron que el patrón de actividad producido por los sonidos de la lengua materna era similar al originado por la lengua extranjera en los niños de siete meses de edad, lo que demuestra que están respondiendo a todos los sonidos del habla.

En cambio, en los niños de 11 a 12 meses aumentaba la actividad de escuchar el lenguaje foráneo respecto al habla nativa. Este hecho sugiere que los lactantes de más edad realizan un esfuerzo mayor para predecir que movimientos están relacionados con los sonidos del lenguaje materno.

Entrevista a Patricia Kuhl

  
                                          
Conferencia de Patricia Kuhl: La genialidad lingüística de los bebes



¿Cual es el mejor momento para aprender un idioma?

Cuando antes mejor. Los investigadores Patricia Kuhl y Andrew Meltzoff lo tienen claro. El cerebro de un niño de cero a siete años, "se adapta fácilmente a cualquier innovación". "A esa edad puede notar sin problema, si su abuela habla un tercer idioma o adquirirlo de forma natural", explica Melfzoff: 

"Si vas de viaje con tus hijos a otro país, es fácil que ellos vuelvan sabiendo varias palabras relacionadas con el fútbol después de haber jugado un partido con otros niños, mientras que tu no pillaste nada" añade.

Entre los ocho y dieciocho años de edad, según estos expertos, el aprendizaje se vuelve "más académico y lento".A partir de entonces, el reto se complica. 

"Si está leyendo esto, y es adulto ya es demasiado tarde para usted", ironiza Andrew Meltzoff.

"Nunca es tarde para aprender otra lengua" , considera, por contra, la profesora Viorica Marian, de la Universidad de Northwestern. Creció hablando rumano y ruso, su tercera lengua es el inglés y tiene nociones básicas de español, francés y holandés. Esta investigadora admite las ventajas de adquirir una segunda lengua de niño, como "la posibilidad de sonar como un hablante nativo sin acento extranjero", pero defiende que el dominio de otro idioma "puede llegar a cualquier edad".

"El cerebro de una persona que habla dos lenguas es mucho más flexible, enfrenta situaciones más complejas por lo que busca mejor las soluciones y acaba resultando mucho más ágil" explica Patricia Kuhl.

Andrew Meltzoff y Patricia Kuhl han presentado sus conclusiones en un Congreso celebrado en Estados Unidos: " tranquilizar a la sociedad frente al temor, bastante extendido que un alumno que crece entre dos idiomas, perjudica la lengua materna y el aprendizaje de otras materias"


La mejor gimnasia para el cerebro es el bilingüismo 

Las personas que hablan más idiomas ejercitan más la mente y aprenden de forma natural a desechar distracciones.
El cerebro de una persona bilingüe funciona como un semáforo. Cuando tiene que elegir una palabra, da luz verde al idioma que está usando y frena con una luz roja el término del que no necesita. Este proceso natural de selección, que hace centenares veces al día, es como una gimnasia involuntaria que mejora tu capacidad cerebral.


Aquí se muestran los resultados de los investigadores del Departamento de Ciencia Cognitiva de la Universidad de California centrado el estudio en personas cuyo idioma dominante es el español pero que utilizan el inglés para otras actividades.
Se puede preciar la diferencia cuando solamente utilizaban el español y cuando hablaban en la segunda lengua, aquí el inglés.

Anímate, aunque seas "mayor", a estudiar una segunda lengua.



Vídeo de Patricia Kuhl sobre el desarrollo del cerebro en los bebés (en español)




Para ampliar


Entrevista (extraída del blog de educación tichig) a Patricia Kuhl