martes, 6 de octubre de 2020

La genialidad lingüística de los bebes



Patricia Kuhl es profesora de Lenguaje y Ciencias de la Audición y co-directora del Institute for Brain and Learning Sciences en la universidad de Washington. Está especializada en la adquisición del lenguaje y las bases neuronales, además ha realizado investigaciones sobre el desarrollo del lenguaje, el autismo y sistemas del reconocimiento de la voz.
Según Kuhl  "El cerebro de los bebés ensaya la mecánica del habla meses antes de su primera palabra" 

Los resultados revelan que los niños pueden distinguir los sonidos de todas las lenguas hasta aproximadamente los ocho meses.
El estudio ha sido realizado en niños de 7 a 11 meses de edad y muestra cómo el cerebro estimula las áreas que coordinan y planifican los movimientos motores para el habla.

"La mayoría de bebés balbucean a los 7 meses, pero no pronuncian sus primeras palabras hasta pasado su primer año. Aun así, sus cerebros comienzan a establecer las bases sobre cómo formar palabras mucho antes de hablar", subraya Patricia Kuhl.


Además, el nuevo estudio sugiere que esta planificación motora contribuye a hacer que los niños se vuelvan más sensibles a su lengua materna. El experimento consistió en someter a cincuenta y siete bebés a un escáner que mide la actividad del cerebro, a través de una técnica no invasiva llamada magnetoencefalografía (MEG).

                                          
Además todos fueron expuestos a una serie de sonidos que consistían en sílabas propias de su lengua nativa (el inglés) y una lengua extranjera (el español) tales como "da" y "ta", mientras los científicos registraban sus respuestas cerebrales. 

Los investigadores observaron que la actividad cerebral se centraba en un área auditiva del cerebro llamada giro temporal superior, así como el área de Broca y el cerebelo, donde se encuentran las regiones corticales responsables de la planificación de los movimientos motores necesarios para el habla.

Los resultados del escáner mostraron que el patrón de actividad producido por los sonidos de la lengua materna era similar al originado por la lengua extranjera en los niños de siete meses de edad, lo que demuestra que están respondiendo a todos los sonidos del habla.

En cambio, en los niños de 11 a 12 meses aumentaba la actividad de escuchar el lenguaje foráneo respecto al habla nativa. Este hecho sugiere que los lactantes de más edad realizan un esfuerzo mayor para predecir que movimientos están relacionados con los sonidos del lenguaje materno.

Entrevista a Patricia Kuhl

  
                                          
Conferencia de Patricia Kuhl: La genialidad lingüística de los bebes



¿Cual es el mejor momento para aprender un idioma?

Cuando antes mejor. Los investigadores Patricia Kuhl y Andrew Meltzoff lo tienen claro. El cerebro de un niño de cero a siete años, "se adapta fácilmente a cualquier innovación". "A esa edad puede notar sin problema, si su abuela habla un tercer idioma o adquirirlo de forma natural", explica Melfzoff: 

"Si vas de viaje con tus hijos a otro país, es fácil que ellos vuelvan sabiendo varias palabras relacionadas con el fútbol después de haber jugado un partido con otros niños, mientras que tu no pillaste nada" añade.

Entre los ocho y dieciocho años de edad, según estos expertos, el aprendizaje se vuelve "más académico y lento".A partir de entonces, el reto se complica. 

"Si está leyendo esto, y es adulto ya es demasiado tarde para usted", ironiza Andrew Meltzoff.

"Nunca es tarde para aprender otra lengua" , considera, por contra, la profesora Viorica Marian, de la Universidad de Northwestern. Creció hablando rumano y ruso, su tercera lengua es el inglés y tiene nociones básicas de español, francés y holandés. Esta investigadora admite las ventajas de adquirir una segunda lengua de niño, como "la posibilidad de sonar como un hablante nativo sin acento extranjero", pero defiende que el dominio de otro idioma "puede llegar a cualquier edad".

"El cerebro de una persona que habla dos lenguas es mucho más flexible, enfrenta situaciones más complejas por lo que busca mejor las soluciones y acaba resultando mucho más ágil" explica Patricia Kuhl.

Andrew Meltzoff y Patricia Kuhl han presentado sus conclusiones en un Congreso celebrado en Estados Unidos: " tranquilizar a la sociedad frente al temor, bastante extendido que un alumno que crece entre dos idiomas, perjudica la lengua materna y el aprendizaje de otras materias"


La mejor gimnasia para el cerebro es el bilingüismo 

Las personas que hablan más idiomas ejercitan más la mente y aprenden de forma natural a desechar distracciones.
El cerebro de una persona bilingüe funciona como un semáforo. Cuando tiene que elegir una palabra, da luz verde al idioma que está usando y frena con una luz roja el término del que no necesita. Este proceso natural de selección, que hace centenares veces al día, es como una gimnasia involuntaria que mejora tu capacidad cerebral.


Aquí se muestran los resultados de los investigadores del Departamento de Ciencia Cognitiva de la Universidad de California centrado el estudio en personas cuyo idioma dominante es el español pero que utilizan el inglés para otras actividades.
Se puede preciar la diferencia cuando solamente utilizaban el español y cuando hablaban en la segunda lengua, aquí el inglés.

Anímate, aunque seas "mayor", a estudiar una segunda lengua.



Vídeo de Patricia Kuhl sobre el desarrollo del cerebro en los bebés (en español)




Para ampliar


Entrevista (extraída del blog de educación tichig) a Patricia Kuhl 







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